domingo, 8 de julio de 2007

Un día cualquiera

Es la segunda vez que intento escribir este post, me falta inspiración y ganas de hablar. Normalmente empezaría contando algunas de las múltiples anécdotas que me han pasado estos días, algo muy habitual teniendo en cuenta mi vena payasa. Pero hoy es un domingo cualquiera, un día de calor con piscina, un día previo a una semana que no sé lo que me deparará.

Esta ha sido mi primera semana sin ir a la radio y lo echo de menos, pero los cambios son necesarios y te ayudan a ver otros ambientes y otras formas de trabajar. En este punto coincido totalmente con el chico que me lo dijo, ese amigo que me ha dicho muchas verdades aunque me dolieran. Pero no puedo evitar echar de menos a la que ha sido mi escuela durante este último año, a la que llegué como ‘calimero’, metida dentro de mi cascarón y sin saber de qué demonios iba el mundo que me rodeaba, y en la que he ido aprendiendo y conociendo personas que valen la pena, chicas y chicos que no tenemos nada en común salvo la ilusión por la radio.

Un año después sigo aprendiendo y soy consciente de que sólo he recorrido una pequeña parte del camino, de ese camino que cada uno de nosotros va forjando cada día con cada decisión que tomamos.