lunes, 28 de enero de 2008

La vida


Pienso que la forma en que la vida fluye está mal. Debería ser al revés: Uno debería morir primero para salir de eso de una vez. Luego, vivir en un asilo de ancianos hasta que te saquen cuando ya no eres tan viejo para estar ahí.

Entonces empiezas a trabajar, trabajar por cuarenta años hasta que eres lo suficientemente joven para disfrutar de tu jubilación. Luego fiestas, parrandas, alcohol. Diversión, amantes, novios, novias, todo, hasta que estés listo para entrar a la secundaria…

Después pasas a la primaria y eres un niñ@ que se la pasa jugando sin responsabilidades de ningún tipo…Luego pasas a ser un bebé, y vas de nuevo al vientre materno, y ahí pasas los mejores y últimos 9 meses de tu vida flotando en un líquido tibio, hasta que tu vida se apaga en un tremendo orgasmo…

¡¡¡ESO SÍ ES VIDA! !


(Texto que circula por la Red, de autor anónimo)
Foto: El beso, de Robert Doisneau.

PD: Estoy muy pero que muy muy harta de intentar entender el libro del carnet de conducir. No entiendo el motivo de que un coche tenga más de diez tipos de luces ni porqué hacen tan complicadas las señales de autovía y autopista combinadas con carreteras convencionales :S y ya ni os cuento que casi me duermo al leerme las maniobras de adelantamiento; sumado al hecho de que tengo un lío de velocidades en la cabeza... Voy a acabar tarumba...un besitooooooo!!!

jueves, 3 de enero de 2008

Hasta siempre 2007...

El año que hemos dejado atrás será difícil de superar. Han sido 365 días en los que me ha dado tiempo de hacer infinidad de cosas que intentaré resumir lo mejor que pueda para que no caigan en el olvido.

Enero comenzó con mucha desgana, con los exámenes a la vuelta de la esquina por el maldito Plan de Bolonia y con la vista puesta en el viaje de Fin de Carrera a Turquía; tras muchas borracheras, vaciles, mezquitas (Santa Sofía y la Mezquita Azul son impresionantes), paseos por el mercadillo y tés en el Petrol comenzó febrero. Las notas y… un suspenso!! Para colmo en la asignatura más fácil del año, desde primero sin suspender ni una y en el último año me queda la asignatura que aprueba todo el mundo! ‘yo soy tonta’ sentimiento que me acompañó durante bastantes días.

Marzo fue el mes del Expomanga y del ciclo de cine existencial mientras que abril fue el mes que me cambiaría la vida. Un viaje inesperado e imprevisto a Villarrobledo, decidido en tan sólo cinco segundos. A veces no nos damos cuenta de la importancia de las decisiones y de que esos cinco segundos pueden ser de vital importancia para nuestras vidas. Conseguí terminar el omnipresente trabajo final de carrera; 50 páginas de cine, análisis y rayadas mentales de una servidora; y ese mes terminó con un viaje a Málaga con los ‘chicos de la radio’, que se pueden resumir como 4 días de vaciles inolvidables en los que me trataron como una reina, como siempre.

La comunión de mi hermano pequeño llegó en el mes de las flores, en el que recibí otro suspenso, esta vez en Periodismo especializado II, asignatura que aprobé protestando y haciéndole ver al profesor que no se había leído mi examen. La defensa del trabajo ante un tribunal me esperaba en junio, prueba superada. Segunda prueba… las notas ¡Qué miedo! Todo aprobado con nota ;) ¡Ya soy licenciada en Periodismo! La graduación y la despedida de la gente con la que he compartido cinco años de mi vida en los que he encontrado a las mejores amigas.

El verano llegó...

Nuevo curro de becaria en H.F en julio, con tres becarios que ya forman parte de mi vida: y prueba de valentía superada: tirarme en paracaídas en Toledo!!! Fue alucinante…Con el mes de agosto llegó el culebrón y un viaje a San Rafael con Isa, que tuvo como anécdota a ‘Alvarito el autoestopista’.

Septiembre fue el mes en el que me quedé sola dos semanas en casa y no paré ni un segundo. El día de mi despedida de H.F apareció en el horizonte y pasó tan fugaz como empezó, aunque fue inolvidable. También estuvieron presentes los hospitales y aún lo están. La última semana del ‘séptimo mes’ fue un torbellino de emociones que en enlazó con mi cumpleaños en octubre. El mes en el que encontré el amor y en el que el culebrón llegó a su fin, cerrando etapas y abriendo otras. Me robaron el móvil y después me enteré de que habían llamado a Rumanía durante 6 minutos, menos mal que lo dí de baja enseguida…

Las pruebas médicas de mi abuelo continuaron en noviembre, mes en el que Carmela y Ramón, tras nueve meses de espera tuvieron a Daniela. Comencé a currar en mi querida radio otra vez. ‘Esto es como una droga’, necesitaba mi chute de redacción, de programas en directo, de carcajadas en antena y de responsabilidades. Le dije adiós a la radio siendo becaria y regresé durante dos meses como coordinadora de dos diarios digitales. Una escapada, como siempre improvisada y organizada en 5 días a Bruselas, me permitió cumplir la promesa que le hice a Clara hace casi dos años ‘iré a verte’, la promesa que he cumplido de la mano de Inés.


Frío invernal...

Y en diciembre dejé la radio, esta vez de manera definitiva, aunque nunca se puede decir nunca, pero ese espíritu de grupo se ha perdido debido al jefe, que de jefe no tiene nada, solamente es un enchufado opusino que se dedica a dar el coñazo todos los días…Alejandra se despidió de nosotros ya que comienza un nuevo ciclo en Buenos Aires, etapa que le durará un año en tierras argentinas y en la que espero que tenga mucha suerte.

Las Navidades han sido tristes, nunca estuve de acuerdo con que esas fechas tenían que ser felices. Continuaron los hospitales y esa fue la causa por la que no he podido juntar a mi familia el día 31. Para colmo la mitad de mi familia estuvo enferma por diversos motivos, y para rematar bien el año, la nevera dice que hasta aquí ha llegado y se pone a reivindicar sus derechos el día 29. El último día del año se llegó a un acuerdo con el Sindicato de Neveras y Frigoríficos y comenzó su actividad laboral otra vez.

Y, finalmente para cerrar este ciclo, y después de vacilarme con mi hermano durante las Doce Campanadas, motivo de ahogos y atragantamientos entre los dos, Miguel y yo nos fuimos a una fiesta scout de sus amigos. Desde aquí quiero dar las gracias a Coke, Litos, Elena, Juanco, Pedro, y a Jason y a su amigo canadiense por tratarme con la misma cercanía como si me conocierais desde siempre y cuidarme cuando tuve frío o estaba cansada de los diez centímetros de tacón de mis zapatos mientras mi novio jugaba al ‘consonante o bocao’ o se metía el vaso de tubo en la boca :) Un año difícil de superar.