jueves, 14 de diciembre de 2006

James Dean y yo

Hoy, tras dos meses estresantes y llenos de aventuras, por fin he hablado con Juanjo. ¿Y quién es Juanjo? me preguntareis. Es un profesor de cine que tuve el año pasado y que me lleva el trabajo final de carrera. Digamos que sin su aprobación no me gradúo.

He tardado dos meses en ir a verle porque siempre lo dejaba para otro momento, lo que me ha costado un cabreo en la redacción, pero al fin he hablado con él, más que nada por no cabrear a cierto personaje, pero supongo que con el tiempo me daré cuenta de que es por mi bien. El resultado ha sido que ya tengo deberes de cine para todas las Navidades; y lo que es más importante, una hipótesis para mi trabajo, el punto concreto por el cual poder empezar a escribir.

El trabajo de investigación que culminará mi carrera universitaria versa sobre uno de mis actores favoritos y gran mito del cine: James Dean. Su rebeldía, su búsqueda de la aprobación por parte de la sociedad que le veía como la oveja negra y sus ganas de vivir que se vieron truncadas en un mortal accidente de coche. Es el único actor de Hollywood que ha conseguido que todas sus películas sean exitazos de taquilla y clásicos del cine. Pienso que es debido a su repentina y trágica muerte con tan solo 24 años, cuando conducía su Porche Spider, lo que le elevó a la categoría de mito.

No era un actor, su secreto era interpretar su vida, tan incomprendida y compleja como las de sus personajes, porque es en los conflictos internos donde se dan los verdaderos dramas. Elia Kazan mitificó a Marlon Brando, todo eran halagos hacia él, parecía perfecto. Sin embargo, el director era reticente a halagar a Jimmy y destacaba su naturaleza rebelde e incomprendida. A veces, tan solo a veces, me siento como él...

Por lo demás, hoy ha sido un día como todos, sin salir de la universidad con tanta clase y tanta conferencia. Hacía mucho que no escribía y me apetecía contar mis reflexiones sobre Dean. Gonzalo, espero que me cuentes las tuyas y nos pasemos horas y horas hablando de cine en cualquier cafetería de esta gran ciudad;)

***Dedicado al chico que una vez me llamó cabezota e intransigente y me comparó con un motor de 4000 revoluciones. Retiro lo de ogro y dictador, no lo tengas en cuenta;)***

2 comentarios:

Nico dijo...

Weno, la verdad que es un verdadero honor ser el que inaugure tu blog, y lo hago con mucho cariño.
Sabes que me encanta tu forma de ser, tu forma de relacionarte con la gente, tu manera de escribir y de expresarte, y que desde este momento me pido ser fan nº1 tuyo.
Eres una rebelde, que llegará lejos en lo que se proponga, y lo sabes, aunque a veces te asalten las dudas o no te veas capaz o simplemente estes cansada de ciertas cosas que no van contigo ni con tu personalidad.
Sabes? me estoy dando cuenta que es muy dificil escribir de gente a la que quieres, porque no basta con cualquier cosa que pongas, con cosas triviales o que carecen de sentimiento alguno. Así que no voy a escribir mucho más.
Sólo te digo que soy muy afortunado por conocerte desde hace tantos años, de saber que siempre puedo contar contigo (y sabes que al revés también), y que aunque seas cabezota algunas veces, no cambies, porque así eres genial.
Muchos muchos muchos, vamos, miles de besos muy grandes.
Ah, y todavía tenemos que ir a comer tarta de cocholate cocholate, eh? que no se me olvida.
Besos, de un amigo que te quiere un montón.

gonza dijo...

Dudo que exista alguien que no presagie que tú, querida amiga, llegarás a ser una gran periodista. No obstante, voy a suponer que esa persona inexistente sea real, que en algún lugar de este pequeño planeta vive un "ser" que sea incapaz de apreciar tu enorme capacidad y talento para escribir y contar historias.
Pues bien, para ella va dirigida esta carta, para esa persona ciega de espíritu que no sabe apreciar el sentimiento y la pasión que introduces entre las líneas de tus historias, para ese ignorante que no valora la sabiduría con que seleccionas las palabras ni la dedicación que pones para conseguir que tu obra sea lo más perfecta posible.

Porque tú, buena amiga, no eres de las que se rinde fácilmente. Tu empeño y constancia es digno de admiración, y eso se aprecia en tu trabajo y en tu forma de escribir.

Fiorella Faltoyano, en la inolvidable "Canción de cuna" de José Luis Garci, decía lo siguiente:"saber mirar es saber amar".
Lo mismo ocurre contigo, querida amiga: Saber apreciar cualquiera de tus escritos es saber querer a una persona única como tú.

Felicidades por lo que eres y por lo que tienes, el don de hacernos disfrutar con tus palabras.

PS: si acabas escribiendo en "el país" retiro lo dixo (jajaja, es brooomamaaaa).